viernes, 25 de julio de 2014

I don't know.

Creo que siempre quise tener a alguien para amar, para reír, llorar y miles de cosas juntos. A los 8 años mi mente me decía que tenía que ser un hombre; quería ser una princesa y tener a un príncipe azul que me rescatara o simplemente que me hiciera feliz. Recuerdo que "La Sirenita" me encantaba. Soñaba con ser Ariel y poder nadar en el océano con toda la libertad que eso me permitiría. Lo que más quería era una vida como la de los finales de esas películas de princesas. Una vida feliz. Soñaba con tener un castillo gigantesco, mucho espacio para correr, usar hermosos vestidos y tacones de color rosado, usar una corona y ser pelirroja como Ariel. Me veía feliz.
Quién se lo iba a imaginar; la pequeña Karina terminó siendo una adolescente de 18 años que no tuvo una pre - adolescencia y bueno, adolescencia, feliz como ella esperaba que fuera toda su vida.
La vida da vueltas inesperadas, te toma por sorpresa, te hace sonreír y te hace sufrir. Todo lo que puedo rescatar de mi época de pre-adolescencia y adolescencia es que logré descubrir quién soy y me siento cómoda con ello.
Creo que esto no tiene una idea principal; por lo menos así lo veo yo. Es como haber escrito una lluvia de ideas conectadas por conectores (valga la redundancia), puntos y comas.
En fin, sólo plasmo mis pensamientos aquí, mi intención es poder liberarme de ciertos pensamientos y si alguien los lee, mejor aún.

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